Un bizcocho súper especiado, pero delicioso y acompañado de unas peras al vino y especias que completan una merienda de lujo.

Primero preparamos el bizcocho. Precalentar el horno a 175º.

Encamisar un molde tipo plumcake.

Poner la mantequilla pomada y las dos clases de azúcar a batir hasta que quede suave,

de 2 a 4 min. Añadir la vainilla, los huevos de uno en uno.

A parte, tamizar el jengibre, la canela, la nuez moscada, el clavo,el bicarbonato, la

levadura, la sal y la harina. Ir añadiendo poco a poco a la mezcla de mantequilla y

remover a velocidad baja, hasta que la harina esté completamente mezclada. Rellenar el

molde y alisar la superficie. Hornear unos 40-50 min., hacer la prueba del palillo.

Dejar enfriar completamente sobre una rejilla.

Mientras el bizcocho se enfría, pelar las peras y colocarlas en una cacerola mediana,

que quepan bien, pero que no queden muy sueltas. Añadir el resto de ingredientes y

cubrir con el vino.

Primero poner el fuego fuerte hasta que hierva y a continuación cocer a fuego suave

unos 15 min. Dejar enfriar dentro del líquido.

Escurrir las peras, cortar a la mitad, con un vaciador quitar las semillas y las

colocamos en un plato. Colar el líquido de cocción y poner al fuego hasta reducir a

jarabe, unos 45 min. Dejar enfriar y reservar.

A la hora de presentar, con un cuchillo de sierra, vaciar el bizcocho dejando los laterales

de un dedo de grosor, pero atención, sin llegar hasta el fondo, hemos de dejar una base

en el centro para apoyar las peras. En el hueco que hemos hecho, ir colocando las mitades

de las peras y por último salsear con el jarabe de vino.

Fuente: Martha Stewart