New York cheesecake
Yo también me he unido al Circulo Whole Kitchen y en su propuesta dulce para el mes de julio, nos invita a preparar todo un clásico de la repostería norteamericana, la clásica New York Cheesecake.
Tartas de queso hay muchas, tantas como nos dé la imaginación, pero la original NY sólo una y hay que decir, que ese puesto lo tiene muy merecido, es delicada, cremosa, suave, con un sabor delicioso, en pocas palabras, inolvidable una vez la pruebas.
Hacía años que no la preparaba, no sé porqué la dejé de hacer, realmente es una maravilla. Se puede saborizar con chocolate, caramelo, café, frutas, pero en esta ocasión he querido acompañarla solamente con un coulis de frutas rojas, si aún no lo habéis probado, hacedlo ya, vale la pena.
Ingredientes para un molde de 15 cm.:
Para la base de galleta:
45 ml. de mantequilla derretida
70 gr. de galletas tipo digestive
Para el relleno:
1/2 kg. de queso Philadelphia (yo uso light)
100 gr. de azúcar
20 gr. de harina
3/4 cucharadita de extracto de vainilla
Ralladura de 1/2 limón
1 cucharada de zumo de limón
3 huevos pequeños
40 ml. de nata líquida 35%MG
Para el frosting:
115 ml. de crème fraîche (yo pongo un yoghurt tipo griego)
10 gr. de azúcar
1 cucharadita de zumo de limón
1 cucharadita de extracto de vainilla
Coulis de frutas rojas para acompañar
Preparación:
Precalentar el horno a 170º.
Forrar con papel de hornear la base de un molde desmontable.
Derretir la mantequilla, triturar las galletas y mezclar con la mantequilla, hasta que la mezcla quede bien humedecida. Colocar en el fondo del molde presionando bien y hornear unos 10 min. Dejar enfriar sobre una rejilla mientras preparamos el relleno. Bajar la temperatura del horno a 100º - 110º.
En la batidora poner la pala, batir el queso, el azúcar y la harina a velocidad media hasta que sea una crema ligera y homogénea, añadir los huevos de uno en uno, incorporando bien a velocidad mínima, antes de añadir el siguiente. Poner la nata, la ralladura de limón y el zumo, el extracto de vainilla y batir siempre muy suavemente, sin incorporar aire, es muy importante hacerlo de esta manera, así evitaremos que salgan grietas, cuanto más aire entremos en la masa, más posibilidades hay de que aparezcan grietas cuando se enfríe.
Engrasar el molde y verter el relleno, dejando la parte de arriba lo más liso posible.
Hornear durante 1 hora y 1/2, veremos los laterales firmes, pero el centro aún estará tembloroso. Retirar del horno y colocar sobre una rejilla.
Mientras, mezclaremos la crème fraîche (en mi caso el yoghurt griego) con el azúcar, el zumo de limón y el extracto de vainilla. Con cuidado lo extenderemos sobre la tarta de queso aún caliente y volveremos a meter al horno otros 15 min. más. Apagar el horno.
Retirar del horno y pasar con cuidado un cuchillo alrededor del borde, para despegar del molde, esto también ayudará a que no le salgan grietas cuando se encoja al enfriarse.
Dejar enfriar durante dos horas metida en el horno y después de este tiempo, tapar con un plástico film y meter en la nevera hasta el día siguiente.
Desmoldar y servir con el coulis.
Con estas cantidades tendremos para unas 8 porciones (6 si son grandes)
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