Parece mentira el aroma que dan las flores a las masas, como dejan ir las esencias y todo queda impregnado, como en este caso la flor de lavanda. Un ligero roce y el olor es fantástico y su delicado sabor perfecto.

Siempre utilizo la lavanda que tengo en el jardín para hacer alguna composición que aromatice mi casa, pero esta vez además he querido utilizarlas para estas galletas, quedan perfectas. La próxima vez utilizaré esta masa para ponerla en el fondo de algún pastel, ha de quedar genial.

Ingredientes:

170 gr. de harina

110 gr. de mantequilla

50 gr. de azúcar glasé

2 cucharadas de flores de lavanda, si es fresca mejor

Preparación:

Tamizar la harina en un bol, añadir la mantequilla pomada y mezclar hasta que no quede harina suelta. Añadir el azúcar tamizado y las flores de lavanda. Amasar hasta conseguir una bola, envolver en plástico film, cogiendo de las puntas del plástico, haremos rodar la masa por la mesa de trabajo y se irá formando un rulo, cuando tenga unos 3 cm. de diámetro, colocar en la nevera al menos 30 min. aunque con estos calores si se deja más, mejor.

Precalentar el horno a 160º.

Una vez veamos que la masa ha cogido consistencia y está firme, la sacamos de la nevera, cortamos en rodajas de 1 cm de grosor y colocamos sobre una bandeja cubierta con papel de hornear.

Dejamos cocer unos 15 min. han de quedar ligeramente dorados los bordes. Enfriamos sobre una rejilla y listo para comer. Mi peque, que es una fierecilla, cuando ha visto que no quemaban se a comido 4 y no paraba de decir "mama són boníssimes".