Soy una enamorada de las tartas de queso y todas las que llegan a mis manos las pruebo, como siempre digo, no ando buscando la mejor porque es imposible, pero siempre hay alguna que me gusta más que otra y es la que voy haciendo hasta que encuentro la siguiente.

Esta receta de hoy ha vuelto a salir del libro Easy baking que me regaló Joana, en cuanto vi la foto me enamoró y cuando la probé supe que se había ganado el primer puesto (de momento) y cada vez que la hago me gusta más. La ralladura de limón le da ese aroma cítrico que tan bien queda en estas tartas y los arándanos un punto fresco que le va perfecto.

Para la base:

150 gr. de galletas digestive

40 gr. de azúcar morena

70 gr. de mantequilla pomada

Para el relleno de queso:

700 gr. de queso crema (yo puse Philadelphia)

1 cucharadita de extracto de vainilla

Ralladura de 1 limón

4 huevos grandes

150 gr. de azúcar morena

Para la cubierta con arándanos:

Ralladura de 1/2 limón

450 ml. de crème fraîche Président (crema agria)

1/2 cucharadita de extracto de vainilla

1 cucharada de azúcar moreno

250 gr. de arándanos frescos

Preparación:

Precalentar el horno a 180º.

Triturar las galletas y mezclar con el azúcar y la mantequilla. Cubrir el molde con la mezcla ayudándonos con el dorso de una cuchara y meter a la nevera.

Poner el queso que habremos tenido a temperatura ambiente en un bol, junto con el extracto de vainilla, la ralladura de limón y remover a velocidad baja. Añadir de uno en uno los huevos batidos y cuando los tengamos todos, aumentar la velocidad hasta tener una crema suave. Poner el azúcar, mezclar ligeramente y rellenar el molde que teníamos en la nevera.

Hornear unos 45 min., sin apagar el horno, sacar el molde y mientras se entibia, haremos la crema de la cubierta.

Para ello, mezclaremos la ralladura de limón con la crème fraîche, el extracto de vainilla y el azúcar hasta que quede cremoso. Cubrir con esta crema la tarta de queso. Colocar por encima los arándanos y hornear otros 10 min. más.

Dejaremos enfriar y guardaremos en la nevera hasta el día siguiente, (las tartas de queso necesitan unas horas de reposo antes de consumirlas).

Sacar de la nevera 30 min. antes de servir.

Bien tapado se conserva hasta 4 días (pero no lo puedo asegurar, no llegó al segundo ;-))